Productores agrícolas indígenas de Amazonas claman por un Mercado Indígena digno
En la dieta del amazonense es primordial el consumo de productos agrícolas que se cultivan y cosechan en comunidades indígenas.
Durante décadas, los productores de dichas comunidades se trasladan a la ciudad de Puerto Ayacucho para vender estos productos, sobre todo los fines de semana, haciéndolo generalmente a la intemperie, en la calle.
Recientemente la alcaldía del municipio Atures habilitó los espacios pertenecientes a un ambulatorio de salud, para que los productores pudieran vender sus alimentos en un espacio a cielo abierto, que de acuerdo a lo expresado por los propios indígenas productores, no ofrece ninguna comodidad para su actividad comercial.
Miguel López, representante de los productores agrícolas indígenas, nos expresó que ya han planteado su negativa a las condiciones en las que trabajan actualmente.
“Pero no se llegó a nada de lo que se había pactado para ese momento, se estaba solicitando que se diera al menos una justificación escrita para sustentar que el espacio fue cedido a los productores indígenas, pero en este caso los concejales dijeron «vamos a trabajar y vamos a seguir esperando”, no nos dieron la respuesta que queremos nosotros para sustentar porque sin eso nosotros no podemos discutir ni nada porque eso no nos pertenece”.
En principio, se trata de más de 150 productores del municipio Atures, pero también podrían beneficiarse otros de Autana y Manapiare, que visitan esporádicamente la localidad para vender sus productos.
“Es un deber del gobierno darnos un espacio o un mercado digno, acondicionado para este tipo de trabajo, es una discriminación ese mercado para nosotros, porque debería de tener todas las atribuciones, bien cómodo, saludable, para este tipo de ventas que se está trabajando con mañoco, casabe, alimentos para beneficiar a los amazonenses”, agregó López.
Desde finales de octubre los productores indígenas tuvieron que volver al espacio conocido como Mercado Popular Monte Bello, sitio que no les ofrece ninguna de las comodidades que demandan, los productores indígenas.
Este espacio fue habilitado anteriormente para los comerciantes informales, quienes lo abandonaron por las bajas ventas.