La falta de gasolina vulnera el derecho a la vida en los caños del Delta
Una muerte lenta y segura en sus comunidades por imposibilidad de llegar hasta Tucupita o un colapso clínico en plena curiara, son amenazas latentes a las que se enfrentan los pacientes waraos del Delta del Orinoco.
José Rossi, un joven warao que vio colapsar a su madre sin remedio, narró su desgarrador relato de ver morir a la autora de sus días sin medicinas, ni la posibilidad de trasladarla hasta un centro ambulatorio donde recibiera atención médica.
“Mi mamá estaba bien, cocinaba, iba al conuco, hasta que un día sintió los malestares estomacales. Tenía dificultad de ir para el baño” reseña Rossi al narrar que su madre había comenzado a padecer obstrucción intestinal, un caso delicado que ameritaba de urgencia la atención médica.
“Empecé a consultar, a correr por el caserío, era de madrugada, comencé a pedir ayuda para salvar a mi mamá. Las respuestas eran las mismas: No, no hay gasolina. Ya al tercer día, la llevé hasta el hospital de Nabasanuka, allí me dijeron que no había nada”.
De acuerdo a la versión de Rossi, su madre, Maximina Peña, de 65 años, falleció al cuarto día de una obstrucción intestinal que ameritaba una intervención quirúrgica.
Otro de los casos al que tuvo acceso el equipo del Observatorio Kapé Kapé, fue el del señor Teófilo González, indígena warao habitante del Kayanaju, parroquia Manuel Renauld, municipio Antonio Díaz.
“Mi muchacho murió como muere cualquier animal sin dueño, sin remedio, sin atención médica y lejos de un hospital” asegura González al recordar los días de desesperación pasados mientras buscaban combustible para trasladar a su hijo, un joven de 20 años, que repentinamente se enfermó con un cuadro febril intenso.
“Lamentablemente no pude hacer nada por mi hijo, murió sin llegar a un hospital, aunque tenía mi pequeña embarcación con un motor, no encontré gasolina para llevarlo hasta Tucupita”.
Dos casos, dos fallecidos que nunca pasarán a formar parte del cuadro estadístico del Ministerio de la Salud, ni de las autoridades de registros como defunciones generadas en los caños del Delta por fallas y omisión de las garantías del derecho a la salud y a la atención integral del Estado venezolano a los waraos del Delta del Orinoco.