Entre errores, confusiones y aclaraciones, gobierno regional actualizó casos de COVID-19 en Amazonas
El anuncio de un nuevo caso comunitario de COVID-C19 en Amazonas este martes 21 de julio sirvió para sincerar la estadística publicada por las autoridades nacionales y regionales sobre el comportamiento de la enfermedad en la entidad.
El que se supone iba a ser el caso número 36, terminó convirtiéndose en el número 35, ya que el Gobernador de Amazonas, Miguel Rodríguez, aclaró que a nivel nacional reportaron un caso (35) por un error, ya que el contagiado número 34 (un efectivo de la GNB que había ido de vacaciones al Zulia) fue transcrito doble.
El caso comunitario anunciado este martes por la vicepresidenta Delcy Rodriguez, corresponde a un cooperante de la misión cubana que forma parte de la cadena de contacto de alguno de los connacionales suyos que han dado positivo en este mes de julio.
En la misma onda de la sinceración de cifras, el Gobierno Nacional reportó a la Organización Panamericana de la Salud que en Amazonas han dado positivo por COVID-19 12 indígenas pertenecientes a los pueblos Yeral, Curripaco, Uwottuja y Baniva.
Amazonas acumula hasta la fecha 35 casos positivos de COVID-19, siendo el mayor foco el del municipio Atures, cuya capital es Puerto Ayacucho, donde han dado positivo 23 personas, 19 de ellas cooperantes de la misión cubana, y el otro foco fue San Carlos de Río Negro, donde 10 indígenas provenientes de San Gabriel de Cachoeira, Brasil, regresaron contagiados con la enfermedad.
El principal riesgo en las comunidades indígenas de Amazonas es la carencia de servicios de salud permanente en sus territorios, pasando largas temporadas sin médicos y sin dotación de insumos, además de la falta de servicios como agua salubre para consumo y lavado de manos, y campañas de orientación y prevención de la COVID-19, además de la atención a otras enfermedades, lo que las hace vulnerable.
Se debe también cuidar los pasos fronterizos con Brasil y Colombia, sobre todo el primero por las zonas de Río Negro y Alto Orinoco, en este último es importante la vigilancia epidemiológica permanente para proteger a la población yanomami de contraer el contagio desde el peligroso foco que ha afectado severamente a comunidades yanomami en Brasil.
Con programas de prevención y control integrales que contemplen todas sus necesidades y respeten su cultura y costumbres, en su propio idioma, con el apoyo de todos los sectores involucrados en prestar la asistencia necesaria, el impacto de la COVID-19 puede ser menor del estimado.