ORPIA denuncia que la minería está causando la muerte de indígenas sanema
A través de un comunicado firmado por representantes de 13 organizaciones indígenas de base, la Organización Regional de Pueblos Indígenas de Amazonas-ORPIA, alertó la muerte de indígenas sanema por la actividad minera.
En el documento la organización argumentó que producto “de la actividad minera que se está desarrollando cerca de la comunidad del pueblo sanema, Platanal, alto Ventuari, en caño Wasiri, brazo de Metakuni límite entre Venezuela y Brasil, donde ha provocado muertes de sanemas protegiendo su territorio y por consumo de agua contaminada por mercurio”.
En el referido comunicado ORPIA no especifica cuántos indígenas sanema han fallecido por esta situación, ni en qué período ocurrieron las muertes.
Denuncia ORPIA que “en la actualidad, numerosos territorios indígenas en el estado Amazonas se encuentran ocupados por diferentes agentes externos que generan diferentes tipos de impacto en nuestras comunidades, pero especialmente ambientales, culturales, sociales y organizativos que afectan nuestra vida cotidiana como pueblos con identidad específica, que habitan estos espacios desde tiempos inmemoriales”.
Agrega el comunicado que a los grupos de mineros ilegales “se suma la presencia de grupos externos, provenientes de países vecinos, quienes estarían encargados de brindar protección de las actividades mineras en la región y de otros tipos de actividades ilícitas”. También les preocupa “la presencia de actividades vinculadas al narcotráfico en algunas áreas indígenas fronterizas con Colombia y las consecuencias evidentes de tal actividad; incluyendo la utilización de jóvenes indígenas en dichas actividades, bajo presiones y estímulos económicos”.
Añaden en su comunicado las 13 organizaciones indígenas que la “presencia de grupos ilegales en territorios indígenas, está produciendo graves problemas socioculturales, como la división de las comunidades, entre los que defienden modelos de economía tradicional colectiva, respetuosa del ambiente y el territorio, y quienes de alguna manera se han plegado a las exigencias de los grupos externos sobre todo mineros. Esto ha generado dinámicas al interior de las propias comunidades, caracterizadas por los enfrentamientos, la migración a otros territorios, la destrucción del trabajo comunitario y el abandono de la atención de los problemas conjuntos”.
En otro punto de su declaración, la Organización Regional de Pueblos Indígenas del estado Amazonas se une a la preocupación manifestada en reiteradas ocasiones por otras organizaciones sobre el deterioro de la salud en territorios indígenas, “especialmente lo relativo al crecimiento de la morbilidad y mortalidad por endemias y epidemias tales como la malaria, las hepatitis, tuberculosis, enfermedades respiratorias y gastrointestinales”. Les alerta también el retardo de la aplicación de vacunas contra la Covid-19 en las comunidades indígenas y la dotación de medicinas en sus centros asistenciales.
Consideran que es urgente tomar acciones y enfatizan que “el Estado venezolano es el primer garante en la protección de los territorios indígenas ya que está obligado constitucionalmente a salvaguardar los derechos originarios sobre los hábitats, tierras y garantizar de forma efectiva la demarcación de las mismas, reconociendo además la posibilidad que los pueblos indígenas y sus organizaciones realicen sus propios proyectos de autodemarcación y los presenten a la Comisión Nacional de Demacración para ser delimitados según el procedimiento”.
Con relación a la presencia de grupos externos de diferente naturaleza en los territorios indígenas venezolanos, ORPIA y las 13 organizaciones firmantes del comunicado, piden a los órganos competentes del Estado que implementen acciones para evitarla presencia de estos grupos en espacios territoriales indígenas y las actividades ilícitas ya señaladas.