Estudiantes de comunidades indígenas del municipio Autana vieron clases en escuelas deterioradas y con muchas carencias
Tal es el caso de los 28 estudiantes de la Unidad Educativa San Sebastián de la comunidad La Fortuna, del pueblo Jivi, quienes tienen años viendo sus actividades escolares en una infraestructura muy deteriorada.
La escuela de esta comunidad cuenta con 2 salones, ambos con el techo roto y las paredes dañadas. De igual manera no cuenta con suficientes pupitres para los estudiantes.
La mayoría de las escuelas del eje Samariapo-Sipapo presentan problemas de infraestructura y de dotación.
Otro ejemplo de ello es la Unidad Educativa Manuel Piar, de la comunidad Campo Florido, que no tiene suficiente mobiliario para que tanto los 168 estudiantes, como los profesores puedan hacer cómodamente sus actividades. Para poder ver clases reúnen todos los pupitres, sillas y mesas en un sólo salón.
En todas las escuelas del municipio Autana es muy deficiente el programa alimentario escolar, no llega con regular frecuencia, ni en las cantidades requeridas para la alimentación de los estudiantes.
Tampoco cuentan con transporte escolar razón por la cual muchos se ven obligados a caminar largas distancias para poder llegar a la escuela.
Otra deuda es infraestructura por culminar, como la que existe en la comunidad Mavaco, parroquia Sipapo, municipio Autana, donde está pendiente terminar la construcción de la sede de la UE Negra Matea, la cual está paralizada desde hace varios años.