Maestros de Amazonas dan clase de casa en casa por la falta de condiciones para la educación a distancia

Así lo pudo comprobar el equipo de Kapé Kapé en un sondeo realizado en comunidades indígenas de las parroquias Parhueña y Platanillal del municipio Atures del estado Amazonas.

Como en el resto del país, en esta entidad iniciaron de las actividades escolares a distancia y con asesorías en semana de flexibilización por la pandemia del COIVD-19.

Uno de estos factores tiene que ver con la deserción de maestros y estudiantes de algunas escuelas de estas parroquias indígenas, quienes han decidido dejar sus actividades e irse de sus comunidades a Colombia, o a las minas buscando mayores ingresos.

Tal es el caso de Wilmer Rodríguez, docente de la U.E. Ezequiel Zamora de la Comunidad Rueda, quien recientemente se fue a Colombia junto con su familia en vista de la grave situación económica que están padeciendo.

Según un informe del Comité de Promotores de Derechos Humanos de la parroquia Platanillal, otros docentes de Rueda han abandonado en el último año sus actividades y se fueron de su comunidad.

Otro caso es el del C.E.I.B. Catalina Caribán, de la comunidad Platanillal, donde la directora también emigró a Colombia, alegando que su sueldo no le alcanza para nada. Un empleado administrativo de este centro de educación inicial también abandonó sus labores y se fue al vecino país buscando mejor ingreso para mantenerse.

En la U.E. Lino de Clemente de Platanillal, no hay deserción de docentes, pero sí han manifestado su desesperación porque el sueldo no les alcanza para cubrir sus necesidades de alimentación y para vestir. Señalaron que tampoco cuentan con los materiales necesarios para realizar sus actividades docentes.

El informe remitido a Kapé Kapé por los promotores de derechos humanos de la parroquia Platanillal señala que las necesidades de alimentación y vestimenta son muy comunes en las familias indígenas en la actualidad, lo que constituye también una de las razones de la deserción escolar, ya que los padres retiran a sus hijos de las escuelas para irse a Colombia, o en el peor de los casos a las minas, aspirando mejorar su situación económica.

En la Parroquia Parhueña no se han registrado altos índices de deserción escolar, pero sí genera preocupación en los maestros su situación socioeconómica, mientras que los habitantes de las comunidades tienen la lucha diaria por conseguir la alimentación para ellos y sus hijos, además de los otros servicios como el de la salud.

Es importante resaltar la alta vocación de los maestros que aún quedan en las escuelas de las comunidades indígenas, quienes a pesar del poquísimo sueldo que reciben, caminan las casas de su comunidad atendiendo a sus alumnos, o los esperan ahora para darles las asesorías a padres y estudiantes en la semana de flexibilización.

En las comunidades indígenas es imposible la aplicación del sistema de educación a distancia vía telecomunicaciones, ya que en la casi totalidad de estas no hay servicio de telefonía e internet, amén de las fallas del servicio eléctrico, razón por la cual los maestros han optado por visitar a los estudiantes en sus casas para asignarles las tareas.

Desde Puerto Ayacucho se ha orientado también sobre el uso de los programas educativos por emisoras de radio y por canales de televisión, pero no en todas las comunidades existe esa posibilidad y menos en el interior del estado.

En el interior del estado Amazonas la situación es más complicada,  las condiciones de infraestructura y socioeconómicas son más críticas que las del municipio capital de la entidad, situación que hace más cuesta arriba la posibilidad de garantizar el derecho a la educación bajo cualquier método alternativo.

En este contexto, es necesario recordar que es obligación del Estado garantizar en todas las comunidades indígenas el derecho a la educación tal y como se contempla en los artículos 102, 103, 104 y 108 de la Constitución Nacional, así como el capítulo primero del IV título de la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas, siendo procesos que deben estar adaptados a estos dándole a su vez un manejo diferenciado al tema siempre tomando en cuenta que se trata de un sector muy vulnerable y sensible de la población.


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