Familias warao de Pedernales viajan en remo hasta Tucupita por miedo a morir de hambre
Más de 300 familias de diferentes comunidades del municipio Pedernales se trasladaron hasta Tucupita a remo y en canoas para tratar de vender sus artesanías y los mapires de cangrejos; todos se encuentran en el Paseo Malecón Manamo de la ciudad.
Aun sufriendo malestares y cansancio por las largas horas remando, apenas llegaron se instalaron para comenzar a vender sus productos.
José Manuel Marín de 40 años de edad, viajó desde Pedernales, su comunidad de origen, durante dos días y una noche junto a su esposa e hija de tan sólo 8 meses de nacida y una carga de 16 mapires de cangrejos.
Muy entristecido, dijo que la vida en su comunidad es muy difícil porque no se puede sembrar debido a la salobridad del agua, por lo que se dedica sobre todo a la pesca. Con lo poco que logra conseguir, hace trueque por comida para su pequeña familia.
Junto a otros waraos de su comunidad, decidió adentrarse a las islas cercanas a en la búsqueda de cangrejos. Con el final de la temporada de pesca de este animal cerca, en un día hizo lo posible para recoger y llenar 16 mapires y emprender el viaje a remo esa misma noche hacia Tucupita.
Luego de un poco más de 48 horas en Tucupita, había logrado vender sólo 4 mapires de cangrejos, principalmente por la gran cantidad de vendedores que se reúnen en el popular Paseo Manamo con la misma misión.
En Tucupita un mapire de cangrejos se intercambia por 4 productos de primera necesidad, que podrían ser harina de trigo, harina de maíz, arroz o pasta.
A pesar de la competencia, José Manuel sigue firme en su meta de vender todos los mapires y regresar lo más pronto posible a su comunidad.
Marina Medina de 28 años de edad, es una madre warao de la comunidad de Pedernales, que también llegó a Tucupita con su esposo y su hijo de 10 meses de nacido. Tiene 3 hijos vivos y 3 que han fallecido a causa de la desnutrición, reveló entristecida que los niños se murieron a los pocos meses de nacidos.
Marina dijo que se vieron obligados a viajar a Tucupita prácticamente por hambre. Relató que en la actualidad todos los productos están sumamente caros en Pedernales, por lo que pasaban todos los días prácticamente sin comer. Dice sentir miedo de volver a la comunidad porque podría correr el riesgo de que otro de sus hijos muera.
Su hijo de 10 meses de nacido actualmente presenta un síndrome diarreico, por lo que solicita ayuda de medicamentos a entes públicos y privados o que al menos puedan atender el caso del bebé.
Este grupo de familias que llegó recientemente a Tucupita, además de cangrejos, trajo variedad de artesanías, entre sombreros, bolsos y otras piezas para tratar de hacer trueques o en todo caso venderlos, para conseguir algo de comida para llevar de vuelta a su comunidad.