Sin maestros no puede haber clases presenciales

El éxodo de los maestros y el deterioro de las infraestructuras educativas en las 320 comunidades indígenas son factores que se traducen en retos para el inicio de las actividades académicas presenciales para 20 mil estudiantes waraos en el estado Delta Amacuro.

Las escuelas de las comunidades warao de los municipios Antonio Díaz y Pedernales no están en condiciones para retomar las clases presenciales, como ha llamado el ejecutivo nacional.

La ausencia de maestros y el deterioro de las infraestructuras educativas son parte de las amenazas para la vuelta a las aulas de clase.

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“En las comunidades sólo se observan escuelas casi derrumbadas, hundidas o con tremendos candados en sus puertas” dijo el exconcejal del municipio Antonio Díaz, Juan Simón Beria, recalcando que se trata de una situación generalizada en ambos municipios.

De acuerdo a la versión de Beria, sólo en las comunidades con poblaciones grandes y con tradiciones educativas consolidadas como San Francisco de Guayo, Bonoina y Nabasanuka se puede garantizar en cierta medida el inicio del nuevo año escolar con clases presenciales. No obstante, el exrepresentante municipal considera difícil el normal desarrollo de las actividades por el aislamiento total en que se encuentran las comunidades por la falta del transporte fluvial generado por la escasez de gasolina.

“Ni siquiera la capital del municipio podrá comenzar las actividades presenciales porque no tienen maestros, los educadores se fueron en busca de mejores condiciones”.

Dirigentes indígenas del municipio Pedernales y Tucupita han denunciado reiteradamente el deterioro de las infraestructuras educativas en sus comunidades. Pedro Morales cacique de Boca de Latal, asegura que no hay maestros en la escuela de su caserío ubicado en la parroquia Juan Millán del municipio Tucupita.

De acuerdo a las informaciones de los habitantes de las aldeas ubicadas en el municipio Pedernales, las escuelas se derrumbaron y los maestros desaparecieron dejando sin educación al menos a 4000 niños en edad escolar. “No tenemos escuelas, los niños no tienen maestros” señaló en una entrevista para Kapé Kapé la indígena Irene Malavé.

El más reciente estudio campo, realizado por Kapé Kapé arrojó que la deserción escolar y de educadores ronda el 70% en el estado Delta Amacuro, donde factores como la movilización y la falta de maestros son determinantes para el abandono del sistema de educación por parte de los estudiantes.

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